“¡Léeme los
labios! S-o-s u-n h-i-j-o d-e p-u-t-a,
l-a-d-r-o-n”
Eduardo Coudet, brotado psicoticamente.
"Lo más
lógico es que este partido se vuelva a jugar porque es una vergüenza. Creo que
es un pedido de todo el fútbol argentino"
Luciano Cefaratti, vicepresidente iluso de Central.
"Que
River y Boca jueguen entre ellos y salgan campeón una vez cada uno. Si quieren
que siempre Boca y River salgan campeón, nos dicen y los equipos del interior
formamos una liga independiente"
Ricardo Carloni, vicepresidente segundo de Central, separatista.
"Soy un
ser humano y me equivoqué. Luego del partido, miré las imágenes por TV y me di
cuenta que no fue penal, así que pido disculpas a quien corresponda"
Diego Ceballos, inhumano.
"El
penal fue un error, como tantos otros; no dudo de su honestidad"
Daniel Angelici, deglutidor de letras eses.
"Nos
sacaron la final, no la perdimos. Son cosas reales"
Eduardo Coudet, víctima de la inseguridad arbitral.
"Hoy no
es un día feliz para el referato argentino. A Ceballos lo designamos para
dirigir la final porque era de mayor experiencia, pero no tuvo decisiones
felices. Estamos tristes porque se equivocó. Hay que reconocer los errores. Lo
grosero es grosero"
Miguel Ángel Scime, bipolar.
"Es
cierto que influyó en el resultado y un error arbitral definió el partido, pero
los errores son aislados. Este tipo de cosas no pasan todos los días".
Luis Segura, error grondonista que pasa todos los días.
"Ceballos
alentaba a los jugadores de Boca en los contragolpes. Les decía dale que hacen
el gol, que ya iba a llegar, algo así. Dos o tres jugadores afirmaron lo que
había ocurrido. Molestó profesionalmente a los jugadores"
Walter Perazzo, memorioso.
"Sentimos
malestar general. Nos estaban metiendo la mano en el bolsillo y en el corazón
porque nos sacaron un año de trabajo duro"
Marco Rubén, poeta.
“los
ladrones en la argentina se visten de naranja. la culpa no la tiene
boca.felicidades a Central por el trabajo realizado esta año”
Mario Alberto Kempes, pegándole a los árbitros, a los holandeses, a los sciolistas…
"Uno
debe creer en la buena fe de los árbitros. Son seres humanos y se equivocan,
como nosotros. Ayer le tocó un mal partido, como le puede tocar uno bueno.
Todas las determinaciones de un juez en los 90 minutos, sean finales o no,
siempre incidirán en el juego"
Guillermo Barros Schelotto, hablando de un árbitro por primera vez sin llorar.
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