Comenzó la Superliga argentina de futbol, un arranque donde no se ha visto un gran despliegue de buen fútbol y dónde prácticamente no hay equipos que sobresalen. "Me quedé ciego después del tercer partido, según el oftalmólogo, mis córneas se pegaron un corchazo después de ver esa cosa llamada futbol", comentó un hincha. "Tras esta primera fecha, atendimos más gente que en las fiestas", advierte un oftalmólogo amigo del gordo Palacios. Si bien esto recién empieza, el nivel de juego fue alarmantemente bajo. "Pasa que no tenemos mucha idea que estamos jugando. Si la Superliga, la Copa Argentina, la Copa de la Superliga Argentina, la Argentina Sudamericana Copa Superliga o qué mierda", se enoja un DT.

No solo el nivel futbolístico es pobre, también son los equipos y su economía. Además, por dónde se mire la cosa está mal: el Nacional B aún no se reformó, menos el futbol de ascenso y las selecciones nacionales brillan por las indefiniciones en cuanto a su armado. "Estamos usando al futbol para tapar lo mal que está el futbol argentino. Que es más o menos que usar la suba del dólar para tapar lo mal que está la economía", desliza un cráneo de la AFA.